unidos.

Creo que entre todas las cosas que pensé sobre venir a vivir a otro país, lo que más me daba vueltas en la cabeza era mi relación con mi novio. Cualquiera sabe que las relaciones a larga distancia no son cosa fácil. Empezando porque todo mundo te pregunta «y tu novio??» poniendo cara de preocupación como que se acabara de morir tu mascota. Algunos se preocupan genuinamente, otros pareciera que tienen un morbo de ver que va a pasar, como esperando el momento en que todo se vaya al carajo. Al final, después de mucho hablar, mucho llorar, mucho pensar, llegué a la conclusión de que esto era entre el y yo. Nuestra decisión, nuestra disposición de seguir juntos aunque estemos lejos y  nuestras ganas de apostarle a esto y hacerle ganas a lo que venga.

El me lo dijo desde un inicio, que no lo viera a él nunca como un obstáculo para nada, que estaría siempre orgulloso de que yo me aventurara a conseguir lo que he soñado. Nunca me puso un solo pero, ni un solo reproche ni una sola amenaza ni manipulación. Ya alguna vez hace unos años estuve en una relación donde alguien me decía que ni se me ocurriera irme, que si yo me iba fuera del país, definitivamente tendríamos que terminar . Y en otro caso, alguien me dijo que me apoyaba en mi idea, pero que esperara hasta que él pudiera irse conmigo. En retrospectiva, me doy cuenta que eran cuestiones de mantenerme cerca todo el tiempo, de no dejarme fuera de su vista, de no confiar.

En cambio ahora, aqui estoy, y sin duda, no imagino mejor compañía para lanzarme a esta aventura que mi novio. Justo a los dos años de estar juntos, nos separamos. Pero seguimos unidos. Es una mierda, no lo niego. No es fácil no tener cerca a la persona que amas, a veces es frustrante hablarse solo a ciertas horas porque es cuando coinciden despiertos y es difícil no verse más que por el teléfono una vez a la semana. Es una basura cuando alguno tiene un día difícil y no podés decir «ahorita llego a hacerle compañia». O cuando es un día espléndido y lográs algo que querías y no pueden abrazarse y celebrarlo juntos.

Tampoco es fácil cuando voy a un lugar super romántico y veo a la gente caminando en pareja y se me retuerce el estómago en una mezcla de envidia y tristeza y me dan ganas de ponerles zancadilla. #JustKidding #KindOf A fin de cuentas, una relación se basa en confianza, comunicación y todo eso, pero también en la cercanía. Porque decidis acercarte más a esta persona que al resto del mundo. En serio, es alguien con quien decidis establecer contacto físico constante voluntariamente! Y no poder siquiera darse la mano, por meses y meses, es muy difícil.

Pero le estamos haciendo ganas, con todo lo que eso conlleva. Hay pequeños sacrificios, alguien se desvela o alguien madruga para poder hablar. Y gracias a la vida por whatsapp y todo lo demás que existe ahora, que no se como carajo la gente se lanzaba a hacer esto solo con telegramas y cartas. O peor, solo por teléfono. #TheHorror

Además, sé que ha funcionado por la infinita paciencia que él ha sabido tener y que me ha transmitido,  a mi que medio loqueo a veces. Eso se traduce en una seguridad y confianza constante de que esto sigue. Que aunque estemos juntos o separados, seguimos unidos. #SiSomosCursisYQue

Y por último, el tema más sonado en este asunto, el bendito dicho de «lejitos los dos, felices los cuatro».  Es lo que todo mundo tiene en la cabeza con las relaciones de larga distancia. Y solo voy a decir esto: si alguien quiere quemarte el rancho, no hace falta que esté lejos. Bien te puede decir que va al banco y en lugar de eso se está agarrando a la vecina.

Estar con alguien es una decisión de confiar, todos los días, esté lejos o cerca. Y yo confío, así de simple. Y el confía en mi también, y eso es más que suficiente para mi. Y reencontrarnos será una fiesta.

Es el frijol de mi pan francés 😉

la nostalgia

Hay días que me dan arranques de nostalgia pero intento distraerme con más de algo para que no me peguen muy fuerte. Pero últimamente, ya no he peleado tanto contra esos arranques como antes. Ya está bastante internalizado y asimilado el hecho que faltan muchos días para volver, pero hay cosas que me hacen falta. El día del Fiambre por ejemplo, me mandaron fotos de toda mi familia comiendo, mi abuelita cocinando y aunque ni me gusta el fiambre, me entró la tristeza un poco. Más por todos ellos y la locura que yo sé que es ese día. Además de las fotos del cementerio y eso. Y pensar en mi abuelo.

Mi abuelo falleció hace 5 meses. Yo prácticamente vivía con él. El día que me enteré que me venía para acá, él estaba en el hospital. Llevaba una semana ahi y yo pensé que iba a esperar a que se mejorara para contarle. Ya no se mejoró y conforme pasaron los días las cosas parecían más complicadas y él apenas me reconocía y ya no le conté. El último día, cuando volvió a casa, recitamos juntos el poema de «Margarita está linda la mar…» y lloré y lloré a la par de su cama y un par de horas después, se fue. A cada rato pienso en él, en que le debí haber contado, en que le habría dado una gran emoción y felicidad. Que me habría dicho «Margaret, eres una chica lista». Pero no pasó. Lo pienso mucho, desde que era chiquita era quien más conexión sentía entre mis cuatro abuelos. Y yo sé que siempre estuvo orgulloso de mi y mis hermanas. Me hace mucha falta, y una parte de mi sabe que venirme para acá fue un poco como huir de lo que me dolía estar allá. Lo que me dolía cada vez que entraba a la casa en la noche y el no estaba ahi para contarle de mi día en el trabajo o para comentar los artículos del New York Times de la semana. Soy un poco -bastante- cobarde y con gusto salí corriendo de ahí para no tener que seguir enfrentando de cara la tristeza. Ni siquiera volví al cementerio después de su entierro. Quien iba a decir que toda esa tristeza me golpearía aún más estando lejos.

Resultó más triste el post de lo que quería. Pero bueno. Saludos a quien lo lea.

un mes.

No puedo creer lo rápido que se pasa el tiempo. Y lo dejada que he sido con escribir aqui jajaja

La verdad es que han sido días bastante ocupados. Empezando por el fin de semana de Halloween, que fue de lo más divertido. La verdad empezamos el jueves, que salimos a comer con los del Master, fuimos a un lugar de tortillas españolas buenísimas y después a tomar algo a un bar de jazz. Luego el 30 fui a una fiesta mexicana de Dia de Muertos en un centro cultural que se llama La Tabacalera, es una cosa increible. Imagínense la ERRE multiplicada por mil. Es una antigua fábrica de tabaco que fue recuperada y es gestionada por un conjunto de grupos artísticos para actividades varias, hay conciertos, festivales de cine, fiestas temáticas, tienen un huerto, una sala de grabación y TODO está cubierto de unos graffitis increibles. La fiesta en sí estuvo regular, después encontramos que en el sótano estaba un dj mezclando reggae en vivo y estaba buenísimo.

La Tabacalera

La Tabacalera

La Tabacalera

La Tabacalera

El 31 no tenía mayor plan, pero llevaba ya un par de días viendo gente disfrazada por todos lados y me daba mucha curiosidad. Entonces hicimos un plan de último momento con un par de personas y solo nos fuimos a Sol a caminar y comer pizza. Estaba llenisimo y todo mundo iba disfrazado. Una observación: aqui la gente se viste más para dar miedo que para dar risa en Halloween. O para verse sexy. Si, te encontrabas a un grupo de chavos disfrazados de banano o a unas chavitas disfrazadas de señal de Metro sexy (?) pero la mayoría eran zombies, novias asesinas, vampiros, dementores, brujas y así. Regresar en el metro a la 1am ese día fue muy epico, iba rodeada de todo tipo de personajes borrachos jaja

El domingo siguiente, me desperté super tarde y habia quedado de ir al Museo Reina Sofía con alguien que acababa de conocer. ERROR. Yo super emocionada de ir a ese museo, donde está el Guernica, donde está Dali, Miró y muchos más. Pero al parecer solo yo estaba emocionada. Las otras gentes como que ni querían estar ahí. Yo veo un Dalí y me busco el significado en internet, descifro en donde metió a Gala en este cuadro, porque ese alacrán representa a Franco y etc etc…y cuando sentí, las demás personas estaban sentadas afuera, viendo sus teléfonos. Decepción total. Era como «vamos a ver el Guernica y ya nos vamos». Todo mal. Creo que tendré que regresar yo sola.

Museo Reina Sofia

Museo Reina Sofia

Movil de Alexander Calder en Museo Reina Sofía

El resto de la semana fue bastante bien, atareado con las clases, ya tengo que presentar mi propuesta de investigación para mi trabajo de fin de master en unos días. Apenas estamos empezando y ya estamos hablando del final! Pero bueno, me pasaré un par de días en la biblioteca porque si me quedo en mi piso, me da una pereza tremenda todo y sigo en pijama a las 12 del mediodía.

En cuestiones random: por fin saqué mi tarjeta de transporte! Me estaba quedando pobre pagando ticket por ticket del Metro y el bus, asi que aprovechando que tengo menos de 26, ahora ya solo pagaré 20 euros al mes. Me estaba limitando de un montón de cosas para no gastar tickets de más, ahora ya puedo moverme más tranquila. Incluso iba al super que queda más cerca de mi piso porque podía ir caminando, aunque era más caro. Ahora ya podré ir en bus al que es más barato.

El miércoles fui al cine a ver Marte. Para empezar, fue una odisea llegar a tiempo a ver la película porque no conocía el lugar donde estaba el cine y es hasta la chingada. Segundo, había miles de personas porque había una promoción en las entradas. Razón por la cual nosotros ibamos a ir ese día. (Once again #SoyTacaña . Pero es que pagar 8 euros por ir al cine ya es too much para mi). Al final llegue, me sente, me moría del hambre y Matt Damon hablaba en español de España, pero ni modo. Estuvo entretenida la película.

Observaciones generales:

Este fin de semana es largo porque hay feriado el lunes y el viernes había un tráfico de shit por todos lados. No crean que solo en Guate nos pasa.

Ya me dijeron que me prepare porque los últimos años si ha nevado en Madrid.

El otro día me dijeron que de seguro yo era latina porque soy muy amable al pedir las cosas. La verdad al principio si me chocó un poco el modo de los españoles, sentí como mucha brusquedad, pero es que no son de decir «buenas, disculpe lo quería molestar si será que me regala unas fotocopias?». Yo tampoco soy muy de hablar así, pero por lo menos digo buenas tardes al entrar a un lugar y al parecer eso no es tan común.

Si me tienen en fb ya saben la noticia que me tiene super emocionada. Esos son mis planes de Navidad, es mi regalo a mi misma. Idealmente no iría sola, pero es que tenía que comprar la entrada como YA y no he llegado al punto de bonding con nadie como para que me acompañe entonces ni modo. I’ll figure it out. La emoción puede más. En serio es un sueño hecho realidad, se me pone una sonrisota en la cara solo de pensarlo!

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Churros y chocolate en San Ginés.

Y bueno. Feliz mes de estar lejos de casa para mi. Felicidades a ustedes si siguieron leyendo hasta acá jajaja

keeping up.

Me había hecho a la idea de que iba a escribir cada dos días más o menos, pero del viernes para acá me dio una gripe terrible. No en intensidad, pero me he sentido super mal. Todo mundo me había dicho que iba a sentir el golpe de estar viviendo sola en el momento en que estuviera enferma, pero la verdad es que lo he sentido más en otros momentos.

El viernes y sábado me quedé en casa, enclaustrada para no darle chance de aumentar a la enfermedad. Solo fui al super y estoy feliz porque logre gastar solo 20 euros! Success! Después me di cuenta que había olvidado un par de cosas, como el jugo de naranja y los huevos, pero bueno. El domingo me fui a dar una vuelta por El Rastro, que es un mercado al aire libre de antiguedades que ponen los domingos aquí cerca. Más que antigüedades, yo diría que es un mercado de chunches. Lo mismo te venden desarmadores que libros, que abrigos, que calcetas, que teléfonos viejos. La verdad es que había cosas muy curiosas y muy llamativas, pero que rayos voy a hacer yo con un candelabro precioso?? Hay tantas cosas que me encantaria tener pero a. no tengo dinero y b. que voy a hacer con ellas cuando me vaya? Entonces me convenzo de solo ver. Encontré un puestecito que vendía lentes oscuros vintage super lindos, pero no llevaba efectivo suficiente, entonces espero que vuelvan a estar este próximo domingo para ir a comprarme unos.

Después de eso, me fui al Prado. Estaba haciendo un clima delicioso, me compré un sandwich y me senté en la grama afuera del museo a comer y leer mientras esperaba que fueran las 5pm. Porque a esa hora ya es gratis la entrada. #VidaDeEstudiante #SoyTacaña. Resulta que yo no soy la única tacaña, porque la cola para entrar se empezó a formar a las 4pm y se extendió por unas tres cuadras. Al fin entré y me dediqué a ver sobre todo los cuadros de Velazquez, Goya, El Greco y Reubens. Aprecio mucho la destreza y simbolismo de ese tipo de arte, pero después de ver 10 pinturas de Felipe IV, como que ya no es tan emocionante el asunto. Muchos crucificados, decapitados, coronados y raptados. Después de salir, tocaba la parada obligada de domingo: 100 montaditos. (Los domingos y miércoles toda la carta cuesta 1euro. Otra vez #SoyTacaña ).

Regresando al tema de en que momento me he sentido sola, es más cuando estoy en algún lugar muy lindo, cuando veo los árboles con colores de otoño, cuando el clima es perfecto y no tengo a nadie a quien decírselo. Aún no tengo un grupo realmente de AMIGOS, o sea, hay gente que me cae bien pero no sé nada de sus vidas ni ellos de la mía. Aún no tengo gente con quien compartir esto aqui, y ahí es donde me siento sola. Hay momentos también, en los que prefiero no pensar, como el cumpleaños de mi abuelito paterno que acaba de pasar, o que este 1 de Noviembre no voy a estar allá, aunque detesto el fiambre. Trato de no pensarlo mucho para que no me entre el patatus. Y bueno, a mi novio que lo extraño de sobremanera, porque es mi compañero de aventuras favorito, pero eso es otro tema. En algun momento escribiré sobre las relaciones a distancia y como medio lo estoy manejando.

En otras noticias, mis vacaciones de Navidad son del 17 de diciembre al 11 de enero. Casi un mes! Felicidad en mi ser! Ojalá se puedan concretar mis planes para esas fechas, que no voy a poner por acá hasta que se hagan realidad, para no echarme la sal.

Observaciones generales:

Cada vez me doy cuenta de más cosas que se necesitan para sobrevivir y que uno no piensa mucho cuando vive con sus papás. Como que si uno quiere almorzar pollo, tiene que sacar el pollo del congelador desde la mañana. O calcular cuando voy a poner ropa a lavar, que debo tener tiempo de esperar la lavadora, luego ponerlo todo a secar, luego doblar. O sea, es tomar decisiones conscientes, pensadas, razonables y con miras al futuro. Ya soy adulta? jaja

Aún no he llegado al punto de extrañar la comida de Guate porque la verdad soy feliz comiendo panes con queso. A ver cuanto aguanto así.

No logro acostumbrarme a los cambios de clima. Salgo de mi casa super emponchada, cuando llego al metro ya me voy sintiendo acalorada por caminar, al entrar al vagón es un sauna y luego sales a la calle y otra vez hay frío. Creo que esa es la razón de mi gripe del mal.

Voy a descifrar la manera de poner fotos acá, aunque no soy una super fotógrafa. Creo que solo me están leyendo como tres personas, pero bueno, que lo disfruten!

regresando a ser estudiante.

Hoy me puse a pensar que hace cuatro años cerré pensum y dejé de ir a clases. Pero apenas voy por el segundo día de clases y que cosa más distinta a estar en la U allá. Estos días han sido básicos, de introducción, fundamentos. Muy pocos de la clase tienen background específico del tema, hay algunos que incluso están recien salidos de la U y son unos niños. Pero que diferente es estar en una clase que va a todo vapor, que vamos viendo las cosas una tras otra, que la gente hace siempre comentarios y preguntas pertinentes. Bueno, por lo menos hasta el momento. Creo que hay más extranjeros que españoles. Honduras, Ecuador, Colombia, México, Guatemala, Italia, henos ahí. El instituto está en una zona muy elegante, cerca de embajadas, oficinas fancy y restaurantes con valet parking a los que de plano nunca voy a entrar.

Pero la parte nerd de mi está feliz, de estar rodeada de gente que habla de lo que yo hablo, que entiende cuando digo sur-sur, cuando digo CAD, cuando digo post-2015. En medio de todos los temas, sale el issue de Latinoamerica y la relación norte-sur y etc. Hay algunas personas que se han dedicado a irse a ser voluntarios a países «en desarrollo» y es como raro. Es raro porque yo soy de uno de esos países donde la gente todavía va de voluntario para «ayudar». Es raro. Yo sé que soy super privilegiada de estar acá, que esto no es algo que le pase a cualquiera, que han habido 50mil solicitudes para estas becas y heme acá. Es muy raro, la verdad.

En el resto de cosas, fui a conocer Primark, una tienda irlandesa recién abierta en Gran Vía. Es un monstruo. Filas y filas para entrar y te dan un ticket y así. Es como abrumador entrar, pero como soy una anciana lo que me hace feliz es comprarme unas pantuflas y un tostador.

Observaciones generales: el trámite de los documentos de residencia me hace ver que España no es como aquella cosa super avanzada en temas burocráticos. Sabra dios cuando me darán el mentado documento.

Viajar en bus es un caso cada vez. Va lleno de viejitos, que solo usan el bus y no el metro porque es más fácil (menos gradas), pero que van todo el camino peleándose por los asientos disponibles. Si hay dos con bastón, se empiezan a alegar con quien está peor de salud y merece más sentarse.

A ver que depara el resto de la semana. Por lo menos ya dejó de llover.

días de lluvia.

Ha llovido terriblemente estos días. No es como la lluvia de donde crecí, pero es lluvia y moja y es fastidioso. Fui a conocer un bar gay el viernes, fue muy raro, muy intenso, muy…fuera de todo lo que conozco. Pero de un modo genial. Ver a la gente poder expresarse con toda libertad, ser quien quieren ser sin ningun estigma y pasarla bien así, es genial. Lo unico es que ni loca vuelvo a ir a uno de los restaurantes mexicanos de esa zona, a pagar 8 euros por un plato de nachos que parecen de Taco Bell por pura nostalgia.

Siguiendo con un poco de la cronología, me fui de day trip el sábado, más raro todavía. Y no de un modo tan genial, hacia un tiempo fatal y mi compañía no era la más dinámica. Me urge conocer gente que me acompañe a estas aventuras. El lugar, Toledo, muy lindo. Muy medieval, pero muy turístico también. Y es como raro, darse cuenta que uno aqui no está de turista. No tiene sentido comprar ahorita playeras e imanes de un lugar donde vas a vivir. Siento yo. No es como cuando uno viene con prisas y compañía y se toma veinte fotos en cada monumento. El viernes tuve un momento, mientras estaba sentada frente a la Catedral de Almudena al atardecer, que me dieron ganas de llorar. Era todo tan lindo y yo estaba totalmente sola, rodeada de desconocidos, sin nadie con quien compartirlo. Habia un hombre tocando un violín y cuando tocó una canción en especial, me recordó a mi mamá y sentí que hasta me dolió el estómago. No es que no pueda disfrutar estar sola, pero hay cosas tan magnificas que quiero compartirlas con alguien. Sobre todo pienso en que quiero compartir tantas cosas con mi novio, que yo sé que soy una cursi, pero es que extraño demasiado a ese hombre. *Inserte suspiro dramático aquí* Sé que con el apreciamos el mismo tipo de cosas al viajar, que nos gusta descubrir restaurantes, calles, personas, que vemos historias por todos lados, que no nos gusta perder el tiempo pero si saber cuando descansar. La verdad es que somos buenos compañeros de viaje y me hace una falta tremenda.

En otras noticias, esto ha servido para darme cuenta que he sido muy consentida y muy cómoda toda mi vida. Lo noté desde la primera noche en que, por dejada, no tenía colchas y tuve que dormir solo con sábanas y con un abrigo puesto para no morir congelada. O cuando las bolsas de basura pasan tres días en la entrada porque a nadie se le ocurre bajarlas. O cuando no entendía como carajos funcionaba la lavadora y pase dos horas apachandole todos los botones. Pero bueno, voy aprendiendo y me da una gran paz poder hacer cosas sola, como ir al super y comprar lo que se me ronque la gana. Si quiero comer solo cereal y panes con queso, no hay nadie que me diga que no lo haga. Aunque hoy, después de una semana aqui, fui a comprar pollo porque me di cuenta que no estoy comiendo proteinas de ningun tipo. Asi que bueno, iré a prepararme un filete de pollo y verduras como toda una adulta disque responsable.

desde aqui.

Hola.

No sé si alguien lea esto, pero igual. Ahora esto contará mis aventuras de este lado del mundo. Me vine a vivir a Madrid, a estudiar un master. Justo hoy cumplo una semana de estar aqui. Resumen de esta semana:

  • Viaje del demonio de 9 horas y media. Primero, una escala simbólica donde iba sentada junto a un tipo que juega futbol aquí en España y yo ni idea. Luego, sentada junto a un tipo de los que se aplastan el cerebro si cierran las piernas. Por nueve horas. Luego encontré a otro compatriota que viene becado. Tiene background de agronomía, llegó con camisa de cuadros y casi le podía imaginar el sombrero vaquero en la cabeza.
  • Un par de días viviendo en el centro con dos señoras que podrían ser mi mamá. Muy divertidas. Una conferencia en un lugar de la sierra con gente muy variopinta y muy extraña. Una tarde viendo el lugar donde la gente va a esquiar y congelándome. Reunirme con el novio de mi prima a comer churros y chocolates. Una misa en una iglesia junto a un parque con trozos del muro de Berlín. Las misas son iguales en todas partes del mundo. Eso me pareció reconfortante. Saber que hay cosas que son iguales a casa.
  • Venir a conocer mi piso, el lugar donde viviré los próximos meses. Las personas con las que compartiré baño, cocina, televisión. Todo bien. Ligera decepción al ver que mi cuarto es realmente pequeño. Recuperarme de la ligera decepción.
  • Ir al super, ir al «chino».
  • Ir a la Jornada, conocer a mis futuras compañeras. Pasar mucho tiempo caminando bajo la lluvia por una razón estúpida. Molestarme. No lograr hacer lo que debía por culpa de esa razón estúpida. Caminar aún más. Dolor de pies, de cabeza, de todo.
  • Despedir a una amiga que me salva la vida.
  • Dormir demasiado. Unas 12 horas. Por fin eliminar el jet lag. Un poco. No lograr hacer nada de lo que debía por dormir de más.
  • Por fin un día productivo, lograr hacer lo que debía. Conocer una librería divina donde suena Florence and the Machine.

Observaciones generales: hay muchos viejitos. Hay pocos niños. Hay mucho frío. No me he animado a usar la lavadora. Ya he logrado usar el transporte público por mi cuenta. No me he perdido, he tenido pequeños momentos de desubicación pero nada grave.

Cosas a las que debo acostumbrarme: a dar dos besos para saludar, a decirle «batidora» a la licuadora, a los precios de las frutas, a no compartir el cuarto, al frío, a las series en español con acento, y mil millones de cosas más.

Eso creo que será todo lo que ponga hoy. Espero poder ir poniendo, más que un relato, mis impresiones generales. Bienvenidos observadores, comentadores, shutes en general.

mudanza.

Nunca me he mudado en realidad. Dejé una casa, para irme a otra. Dejé un pueblo para irme a una ciudad. Pero mis cosas se quedaron. Empecé de nuevo, con un par de cosas nada más. Mi cama, mis juegos, mis libros, quedaron en la otra casa. Están ahí mis diarios de adolescente, mis afiches de cantantes de la época, que ahora causan risa con sus peinados llenos de gel. Ahí están, cada vez que vuelvo, con la misma sonrisa, como una estampa inmóvil de mi infancia. Los miro y me recuesto en esa cama, donde lloré lágrimas de niña regañada, lágrimas de amiga sentida, lágrimas de las ridiculeces de los primeros amores. Aún están pegadas en el techo las estrellas que puse ahí, que brillan en la oscuridad, formando constelaciones que busqué en una enciclopedia. Desde la pared, un actor que ahora ya nadie contrata, me mira con sus ojos de un azul imposible. Me río de pensar en lo que pensaba cuando estaba en esta cama. Pronto me mudaré de nuevo, esta vez no habrá oportunidad de llevar mucho. El otro lado del mar está muy lejos. El de los ojos azules se quedará todavía aquí.

Nos vemos.

Me detengo en el semáforo en rojo, brillando en contraste con el cielo. El cielo a esta hora, en esta época del año, que es de un azul como tinta, intenso y desteñido a la vez. Suspiro. Faltan pocos días para Navidad y no hay señas de que vaya a volver. Acordamos que hablaríamos después de su viaje, cuando regresara a la ciudad. Sin presión, sin ataduras. Ese parecía ser nuestro lema.

Aunque últimamente he pensado que tal vez las ataduras, las pequeñas, no son tan malas. Por lo menos te hacen sentir segura, sentir que no todo se irá volando. O eso me imagino. Estos días todo es fiesta a mi alrededor, fiesta en la oficina, en el vecindario, en las calles y centros comerciales. Fiesta y dulces y luces y todo brillante, brillante, brillante. Y yo con este humor, que de brillante no tiene nada. No soporto pensar que ya va a ser navidad y que él no vaya a volver. El año pasado parece un sueño lejano. Tan lejano que a veces dudo, y pienso que yo me lo imaginé todo. Porque no puede ser que todo haya cambiado tanto. Era este mismo cielo azul-tinta con la luna, chiquita, a lo lejos, que nos veía mientras caminábamos de la mano. Caminábamos sin rumbo, sin destino predeterminado. Nos dedicamos a nada y la nada nos devoró.

9 meses. Hace 9 meses nos asustamos. Yo tomaba las pastillas, teníamos cuidado. Pero aún así, algo no resultó según lo planeado. Era verano. Hacia calor, calor espantoso, pesado y húmedo mientras esperaba que la maldita prueba diera el veredicto. La vida cambiada por un chorrito de pipí. Se me revolvía el estómago del miedo. Y dio positivo. Se desató la guerra. Nos asustamos y el susto nos hizo darle vuelta a todo. Nos volvimos un par de desgraciados. Nos hacíamos daño sin siquiera estar cerca, achacando culpas y responsabilidades inexistentes. Creo que fue una señal. Sin presión, sin ataduras. Todo eso se fue al carajo. No había manera de hacer esto “sin ataduras”. No había manera de que no hubiera “presión”. Esto no era parte del plan. Así como vino, se fue. El susto se acabó. Se acabó y fue reemplazado por un vacío mudo e impenetrable. Y yo, me quedé muda e impenetrable. Había sentido tanto miedo, lo había rechazado con tantas ganas, que mi cuerpo me escuchó. No pudo. El sentimiento de estar vacía de nuevo, no se iba. No se quitaba esa sensación de que algo faltaba, algo (alguien?) que nunca siquiera conocí. Me quedé vacía, solo con un leve eco que sonaba a culpa y frustración. Llovía por dentro y por fuera. La lluvia se apoderó de la ciudad y de mí. Y de él, que se negaba a regresar, que ya no hablaba, que no quería ni tocarme a veces. Nos inundamos, nos volvimos un eterno pantano, oscuro y con olor a abandono.

Heme aquí, tantos días después. Después de haberlo intentado todo, viajes, aventuras, sorpresas, detalles, de todo. Esperando, esperando, esperando. Sin presiones, sin ataduras. Esperando que regresáramos a ser nosotros. A ser los que caminaban de la mano, los que se besaban en el cine, los que se enredaban en el auto al salir de noche. Nosotros. Pero qué difícil es regresar a algo que nunca existió en verdad. Que era puro aire, vapor. Lo intentamos, a veces con más fuerzas, a veces casi por inercia.

El semáforo da verde. El cielo ya no es azul tinta, se ve negro. Avanzo, escucho las bocinas de los autos. A esta hora es imposible avanzar. A esta hora y a cualquier otra, pienso, mientras siento de nuevo ese vacío en mí. Mi celular suena y suena dentro de mi bolso. No contesto. Quien sea que llama, desiste. Luego suena el ping! de un mensaje de texto. No lo veo. Sintonizo una radio cualquiera, solo necesito el sonido para dejar de escuchar el retumbo de mis pensamientos. Suena una estúpida canción repetitiva, con un beat electrónico que parece haber sido hecho para torturarme. Me detengo en el estacionamiento del supermercado, saco la lista del bolso y la reviso una vez más. Cosas cotidianas, insípidas y ridículas como limpiador de vidrios.

Me recuerdo del celular, lo busco, lo veo.
“Estoy de vuelta, nos vemos mañana?”.

me quedo.

Me quedo con quien me da letras y risas y aventuras. Con quien me da la mano sin miedo. Me quedo porque creí que era imposible encontrar esto. Porque me había resignado a lo que parecía ser suficiente pero que dejaba siempre un pequeño vacío. Yo me quedo con quien se acerca y me mira y alcanza a distinguir todos los remolinos que llevo y me despeinan por dentro. Me quedo con quien no huye, pero no se acostumbra. Me quedo con quien está dispuesto a saltar y construir puentes a la vez. Yo me quedo con quien me busca y me encuentra pensando en él.